LA MUERTE DE EVITA EN LA VANGUARDIA DE BARCELONA
La noticia de la muerta de Eva Perón, fue reproducida así, en LA VANGUARDIA, periódico de Barcelona, Catalunya, España, en su edición del 27 de julio de 1952:
Ha muerto Doña Eva Duarte de Perón
El triste acontecimiento ocurrió en las primeras horas de la madrugada
Sabemos que Eva murió a las 20.25 de la tarde del día 26, pero con la diferencia horaria con España, el periodista da el dato en hora española, o sea en la madrugada.
SE ACENTUA LA GRAVEDAD
Buenos Aires, 26.- La Subsecretaría de Informacón ha facilitado un comunicado oficial a las cinco de la tarde (hora local) en el que se dice que "el estado de Doña Eva Duarte de Perón ha empeorado sensiblemente en la tarde del sábado". En el mismo sentido los médicos que la asisten han firmado otro comunicado.
Oficialmente se anuncia después que Doña Eva Duarte de Perón se hallaba en gravísimo estado y que había perdido el conocimiento. EFE.
EL DESENLACE
Buenos Aires, 26 (urgente).- En este momento, seis de la tarde (hora local), comunican que Doña Eva Duarte de Perón ha fallecido. EFE.
A continuación se reproduce un retrato muy bien hecho a plumilla por Sam Lafild.
VIDA BREVE, GRAN DESTINO
Una leucemia. La dolencia era de las que no perdonan, y el desenlace ahora sobrevenido estaba previsto con toda certidumbre desde hacía ya mucho tiempo no sólo por su marido y el círculo de sus íntimos, sino por ella misma. Justamente el haber sabido vivir con suprema dignidad su lúcida agonía sin dolores, trabajando casi hasta el mismo final para sus "descamisados" y para su Argentina, pone un nuevo airón de grandeza en el tránsito de esta mujer, que ha sido grande y aún extraordinaria en muchos aspectos de su vida.
Los historiadores fijarán un día con toda precisión cuál fue el papel verdadero de Eva Perón en el concertante de la política de su marido, en la invención y práctica del "justicialismo". Para la inmediata contemplación, apenas si cabe duda de que ella, en tanto que esposa y presidenta, ha sido mentora principal de los postulados y motor de sus sistemas en los que se entraña la sed de renovación del pueblo argentino y a los cuales no podrá negárseles originalidad y afán de acierto.
Pues el peronismo en gran parte era ella misma y por mucho tiempo vivirá de su estela. Con su doble personalidad inscrita en dos nombres, Doña Eva Perón como la presidenta de las grandes ceremonias oficiales, "Evita" en el apelativo cariñoso con que le gustaba ser llamada por los hombres de los Sindicatos y por la masa de los desheredados, esta mujer asumía en el régimen funciones de la mayor importancia. Toda la organización sindical, es decir, el sentido social íntegro del peronismo, era prácticamente dirigido por ella, así como el enorme volumen de sus fundaciones, a través de las cuales el pueblo bajo, los "descamisados", han conocido ventajas con cuya generosidad no podían soñar.
Su actividad abrumadora e incansable como primera propagandista convencida del sistema de su marido, sus logros evidentes, su popularidad, la habían convertido poco a poco no solo en la primera dama de la Argentina, sino en la mujer más representativa de América. Nimbo que no se obtiene por casualidad y sí después de muchos aciertos que ni los obstinados detractores que ella ha tenido han podido negarle.
Como partida complementaria de su gracia femenina, de su simple belleza, Eva Duarte de Perón era un gran carácter. Un carácter que le permitió laborar por su marido encarcelado en los albores de su carrera política y que le ha permitido hacer obra útil y no fácil, desde las alturas del Poder, que, siendo tan debilitado en sus manos, no la ha transformado ni mareado.
Su patria y Perón, dos amores servidos con apasionamiento, con inteligencia también, son la ejecutoria que deja tras sí esta notabilísima mujer, cuyos merecimientos proclaman mejor que nada, esas silenciosas lágrimas del pueblo que la llora. Así se habrá cumplido este femenino destino fulgurante que no tendrá, empero, la nota parca por ella deseada en su libro "La razón de mi vida" cuando decía:
"Yo querría que el nombre de "Evita" quedase en la historia de mi Patria. Yo querría que se dijera de ella -sólo en una pequeña nota en pie de página-, en el capítulo maravilloso que la historia reservará a mi marido, algo así como esto. Hubo al lado de Perón una mujer que se consagró a hacer conocer al Presidente las esperanzas del pueblo, esperanzas que Perón transformó enseguida en realidades. Y me sentiré completamente compensada si la pequeña nota termina así: Todo lo que sabemos de ella es que el pueblo argentino la llamaba afectuosamente "Evita".
Pero la nota de la Historia será, sin duda, mucho más amplia y expresiva...
Introducción
Eva Duarte 1919-1943
Eva Perón 1944-1947
Evita 1947-1952
Cronología básica
Eva Duarte de Perón
Retrato de Eva Perón
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