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1011/507
CONFIDENCIAL
EMBAJADA BRITANICA
BUENOS AIRES
18 DE ENERO DE 1950
Querido Stanley,
En mi carta de hoy sobre los asuntos internos de Argentina comentamos muy ligeramente el ataque de apendicitis de la Señora. Sin embargo, creo que debería saber que esos rumores están produciendo el efecto de que la condición de Mme. Perón es más seria de lo que generalmente se cree. No le he prestado mucha atención a esos rumores ya que en las presentes condiciones uno está inclinado a dar por cierto muchos de los chismes que circulan contínuamente. Además, no es la primera vez que se ha dicho que la Señora está a las puertas de la muerte.
2. Sin embargo, Labouchere ha sido visitado hoy por el Encargado de Asuntos Extranjeros francés que parece convencido de que las cosas no son como parecen. El, Monmayou, que es una persona discreta y equilibrada, aseguró a Labouchere que el doctor que atiende a Mme. Perón, un tal Puig, es un ginecólogo y no un cirujano. También quedó impresionado por el hecho de que la Señora fue operada en las 24 horas posteriores a sus primeras quejas al sentirse enferma, en vez de enseguida o a unas pocas semanas después, como ocurre normalmente en los casos de apendicits. También se da el caso de que el regreso a la Casa Rosada después de sólo cuatro días en el Hogar de enfermeras no indica que se la haya operado de apendicitis. También escuchó decir a un amigo de Mme. Perón que fue visitada por alguien que no vio en ella signos del shock postraumático.
3. Monmayou dedujo de esto que no se había realizado ninguna operación. El mismo tuvo la impresión de que la Señora sufría una aguda enfermedad de la sangre (un tipo de anemia perniciosa) que, habiendo infectado una parte de su anatomía, necesitó la visita de un prominente ginecólogo. Se le dijo a la Señora que tenía una condición muy seria y que no debería regresar al trabajo durante muchas semanas.
4. No sé qué hacer con todo esto. No soy médico para considerar las razones de Monmayou. Debería considerar que hoy en día la apendicits es una enfermedad sin importancia que no necesita preocupaciones especiales. Además, probablemente, con los anestésicos modernos el shock postoperatorio es menor (e incidentalmente, los argentinos son expertos en su administración). Estoy más bien inclinado a pensar que estos rumores tienen escasos fundamentos. A pesar de todo cualquier deterioro serio de la salud de la Señora tendría unos efectos incalculables y por ello creo que debería conocer lo que la gente dice a este respecto.
John Balfour
Dirigida a:
A.S. Fordham, Esq.,
American Department,
Foreig Office,
London
Carta de John Balfour dirigida a Stanley Fordham del Departamente Americano del Foreign Office de Londres. Esta carta es mencionada en el artículo escrito por Neil Tweedie
Introducción
Eva Duarte 1919-1943
Eva Perón 1944-1947
Evita 1947-1952
Cronología básica
Eva Duarte de Perón
Retrato de Eva Perón
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